Ten cuidado con el agua que bebes durante tus viajes. Hay sitios en los que el agua corriente es potable y adecuada para el consumo humano (como en Madrid, que puedes tomar agua del grifo y de los bebederos en la calle, o en algunos ríos en Nueva Zelanda que está muy limpia), y otros en los que es preferible que sea embotellada. No te arriesgues.
