Uno de los lugares donde vivió la Virgen María está en Selcuk/Izmir (antes Éfeso), Turquía. Se cree que fue su último hogar. En 1896 este lugar fue declarado santuario y, por lo tanto, es un lugar frecuente de peregrinación. Este es uno de los pocos lugares en el mundo en que tanto musulmanes como cristianos rezan juntos. Está en el montaña Bulbul, entre frondosos árboles (la hicieron en este lugar solitario para escapar de la persecución romana). Se dice que llegó aquí con el apóstol Juan seis años después de la crucifixión de Jesús, y vivió con María Magdalena. Varios Papas han visitado este lugar desde Pablo VI.






