Tallin es la capital de Estonia, y justo en su casco antiguo se encuentra la Catedral de Alexandre Nevski, dedicada al príncipe ruso de Novgorod. Se construyó en 1900, cuando Estonia era parte del imperio zarista, razón por la cual a los habitantes no les gusta mucho. De hecho, en 1924, los estonios ordenaron su demolición. Por suerte eso no sucedió, pues es una construcción de gran belleza y te asombra mientras paseas por esta bonita ciudad.
