Cuenta la leyenda que una loba amamantó a un par de gemelos llamados Rómulo y Remo, quienes más tarde fundarían la ciudad de Roma el 21 de abril de 753 a. C. Resulta que los habían abandonado por un tío en el río Tíber y la corriente los llevó hasta un pantano, cerca del monte Palatino. Ahí, la loba Luperca se encargó de amamantarlos para que sobrevivieran. Más tarde un hombre y su mujer se hicieron cargo de ellos hasta que crecieron y les contaron su historia. Entonces ellos se deshicieron del tío malvado que usurpó el poder, liberaron a su abuelo que era el legítimo rey y ellos decidieron fundar una nueva ciudad para gobernar. Finalmente Rómulo fundó Roma en el año 753 a.C.
